CANCIONES DEL PROGRAMA DEL 9 DE JULIO

Poema 15 - Pablo Neruda
Juan Palomino


Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.

Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.

Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.

Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.

Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.


Todo es del Patrón - Mario de Mezapa



A la Molina no voy más - Victor Jara
Nicomedes Santa Cruz


Yuca de San Borja
samorengue sa
para ir a saña
hay que rico esta
Yuca de San Borja
samorengue sa
para ir a saña
hay que rico esta

A la molina no voy mas
porque echan azote sin cesar.
A la molina no voy mas
porque echan azote sin cesar.

La comai’ Tomaza
y el compai’ Pascual
tuvieron treinta hijos
jesu’ que barbaridad,
que fueron esclavos
sin su voluntad,
por temor que’l amo
los fuera a azota’.

A la molina no voy mas
porque echan azote sin cesar.
A la molina no voy mas
porque echan azote sin cesar.

Anda burritito anda
es demonio de borrico
que no quiere caminar
por culpa de’ste borrico
el patron me va a azota’

Y sufrieron tanto
los pobres negritos
porque al poco comen
y al mucho trabajar
hasta que del cielo
vino pa’ toitos
don Ramon Castilla
santa libertad.

A la molina no voy mas
porque echan azote sin cesar.
A la molina no voy mas
porque echan azote sin cesar.



América Latina
Nicomedes Santa Cruz - Manuel Picón

Mi cuate. Mi socio. Mi hermano.
Aparcero. Camarada. Compañero.
Mi pata. M´hijito. Paisano...
He aquí mis vecinos.
He aquí mis hermanos.
Las mismas caras latinoamericanas
de cualquier punto de América Latina:
Indoblanquinegros,
blanquinegrindios
y negrindoblancos;
rubias bembonas,
indios barbudos
y negros lacios.
Todos se quejan:
–¡Ah, si en mi país
no hubiese tanta política...!
–¡Ah, si en mi país
no hubiera gente paleolítica...!
–¡Ah, si no hubiese tanto militarismo,
ni oligarquía,
ni chauvinismo,
ni burocracia,
ni hipocresía,
ni clerecía,
ni antropofagia...
–¡Ah, si en mi país...!
Alguien pregunta de dónde soy.
Nací cerca del Cuzco,
admiro a Puebla,
me inspira el ron de las Antillas,
canto con voz argentina,
creo en Santa Rosa de Lima,
y en los Orishas de Bahía.

Yo no coloreé mi continente,
ni pinté verde al Brasil,
amarillo a Perú,
roja a Bolivia.
Yo no tracé líneas territoriales
separando al hermano del hermano.

–¡Ah, si en mi país...!

Poso mi frente sobre el Río Bravo,
me afirmo pétreo sobre el Cabo de Hornos,
hundo mi brazo izquierdo en el Pacífico,
y sumerjo la diestra en el Atlántico.

Por las costas de oriente y occidente
doscientas millas entro a cada Océano
sumerjo mano y mano
y así me aferro a nuestro Continente
en un abrazo Latinoamericano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario