CANCIONES DEL PROGRAMA DEL 27 DE ABRIL

El témpano
Adrián Abonizio

Canta: Adrián Abonizio


A veces cuando pienso que todo está perdido
voy hacia algunas de las formas de la muerte
me pego un tiro con una palabra
que alguna vez me fue tan transparente.
En la ternura del agua que corre
me recuerdan la llegada de unos trenes
sales de los mares curvas de los puertos
con mujeres descalzas en el verde

Voy hacia el fuego como la mariposa
y no hay rima que rime con vivir
no te pares no te mates
solo es una forma más de demorarse.

En las tardes tranquilas
cuando extraño todo
pienso que todo no es lo que perdí
una rosa de feria
y aún a costa de perder
se pierde pero se gana
la lucha es de igual a igual
contra uno mismo
y eso es ganar
no te pares, no te mates
solo es una forma de más de demorarse.

Recuerdo la quietud de la tierra
la quietud de estar adentro
se cree más en los milagros
a la hora del entierro
Este hombre trabajó
quien escribirá su historia
la cal reseca la viuda que sueña
los amigos que siguen igual
La gloria en zapatillas
el florero vacío
quien sabe si se puso a pensar
para qué vivo
vivo para no perder.


Mirta de regreso
Adrián Abonizio

De regreso, Mirta
ya sabés tres años a la sombra
no quiero saber si me fuiste fiel
yo se que una mujer valiente se inclina igual
para el lado de la sed
Servime algo, Mirta
parece mentira el verte como antes
pero para el que vuelve del infierno
ya no hay más fantasías,
sólo quiere un tiempo blando
pero esto Mirta nunca lo sabrás.

No es necesario que estés alegre
ni que prendas la luz
entré despacio sin que me vea nadie
la noche se abre como un abrigo, Mirta
y es un sábado más, como dice el tango
Mirta contame cómo andas

Hacé de cuenta que estuve navegando
es casi lo mismo solo cambia el paisaje
abajo el mar, que nuca se ve
arriba el cielo, el cielo raso
y tu foto en la pared.
La moda ha cambiado un poco, Mirta
Ya no hay ni un pelo largo
todos parecen soldados
me siento parado en un cementerio
me recibió el frío y un nuevo gobierno
Mirta no recuerdo ni tu cuerpo.

Y ahora me voy, Mirta
para vos soy un extraño conocido
si no estoy llorando, no ves cómo me la aguanto
debajo de la cama asoman sus zapatos
Mirta gracias por todo
Salgo a la verja, parece que ha llovido
en la estación retumba el "Estrella del Norte"
"Vení a verme cuando salgas" me dijo el Turco
"comés todos los días y no hay problemas de laburo"
Solo algunas noches
solo algunas noches
Salís a trabajar.


Historia de Mate cocido
Adrián Abonizio

Sentado entre maderas
y las flores caen
la llama del tabaco
y la cruz de los barcos.

Allá lejos cuando salen
de la iglesia los compadres
se sientan a jugar, al sol.

Una fiesta cuesta arriba
hubo anoche y en la esquina
amaneció lloviendo.

Sentado entre maderas,
y las flores caen,
la llama del tabaco,
y la cruz de los barcos.

Si las luces de este pueblo,
te preguntan como he muerto,
deciles: que no sabés, que no sabés
Mi revolver, mi campera,
mi hacha, mi trampera,
mis viejos perros, mi prontuario.

Tenés que estar prevenido,
un día la lancha, va a llegar,
la esperaré tan tranquilo,
me cambiaré de camisa
y de puñal,
para que un oficial escriba
en el parte de salida, un ahogo
se ganará un ascenso
como padre de familia,
para que un oficial escriba
en el parte de salida, un ahogo
lo contará en la guardia, que no tembló.

Para que el río se detenga
a la hora señalada, llegará
como una puñalada
como una mano más.


Cualquier Tren A Ningún Lado
Letra: Adrián Abonizio / Música: Sergio Sainz

Tengo una luna muerta en el bolsillo
Una rana de acero en el llavero
La foto canalla en la medalla
Y el autógrafo de los poetas muertos.
Mi relación con el mundo es muy extraña
Me resisto a perder lo que imagino
Doy cansancio a los que no descansan
Y alivio al que pide desatinos
Tengo la cruz del sur en una uña
Para recordar que lo que crece muere
Es tan obvia la cita con la parca
Como imposible el amor con mil mujeres
Pensaba escribirte en los cristales
De todas las carteleras de los cines
Y me quedé penando en el espejo
En este baño de leyendas con orines
Detesto a los payasos y a los mimos
Cuando se burlan del sueño milenario
La alegría y el gesto son ficciones
Para huir del terror al calendario
Todo debo agradecerte vida viva
Me diste un tercer ojo hecho de clavos
Ya amanece, está sonando la campana
Y me tomo cualquier tren a ningún lado…


Dios y el diablo en el taller
Adrián Abonizio

Dios y el diablo van susurrando cosas a mi espalda
la virgen en camisón se pasea y del lado de la fábrica suena un motor.
Sus bicicletas húmedas descansan en el pasillo
el invierno vino colorado pero esta vez no hay vino
para los dos.
Son dos desocupados más
lo justo se hizo moda
y el verso casi un verso de verdad
y el trabajo una zona que no está
Rai-ra rai-ri rei-ra.
Aburridos jugadores con los naipes marcados
siempre en el siete
la radio que habla sola
y que trasmite el empate de Ferro y de Platense
cero a cero.
Se prohíbe hablar del mundo en esas salas
Dios y el Diablo van remendando madrugadas
y no entienden nada.
La virgen como mujer los engaña, los consuela
y les dice que a la vuelta siempre hay algo que pagar
Muchachos, hay que morfar
vayan a laburar

El diablo que se aburre, que hace sebo,
que va al baño y fuma un caño
Dios, buen operario, cuida el puesto
y entre dientes silba un tango
que habla de él.
"Vamos donde hay sol"
El Diablo que conoce mil lugares
donde hay putas
Y algo como amor
Dios le dice "Hay que aguantar"
a mi con la hora extra
ya me alcanza para hacerme
un viaje a pie a Lujan cerca de las seis
el pito que resuena en el tinglado
entristece mucho más
La virgen como mujer los engaña, los consuela
y les dice que a la vuelta siempre hay algo que pagar
Muchachos, hay que comer
salgan para el taller.


Me matan si no trabajo
Letra: Nicolás Guillén / Música: Daniel Viglietti

Me matan si no trabajo,
y si trabajo, me matan;
siempre me matan, me matan, ay,
siempre me matan.

Ayer vi a un hombre mirando,
mirando el sol que salía:
el hombre estaba muy serio,
porque el hombre no veía.
Ay,
los ciegos viven sin ver
cuando sale el sol,
cuando sale el sol,
cuando sale el sol!

Ayer vi a un niño jugando
a que mataba a otro niño;
hay niños que se parecen
a los hombres trabajando.

¡Quién les dirá cuando crezcan
que los hombres no son niños,
que no lo son,
que no lo son,
que no lo son!

Me matan si no trabajo,
y si trabajo, me matan;
siempre me matan, me matan, ay,
siempre me matan.

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